Descubre las cuatro más importantes ventajas de incluir el aceite de oliva extra virgen en tu vida diaria
Es un secreto a voces que el aceite de oliva es una de las claves de la dieta mediterránea.
Las primeras civilizaciones del Mediterráneo ya lo utilizaron con fines culinarios, convirtiéndosela así en la principal fuente de grasas en la alimentación y por lo tanto, del modelo dietético que toma el nombre de las zonas bañadas por este mar que se basa en el consumo de frutas, verduras, legumbres y un consumo limitado de grasas de origen animal.
Quizás no es casualidad que en Grecia y Roma el olivo fuera uno de los árboles más venerados.
Ahora bien, nos podemos preguntar, ¿qué importancia tiene esto?
Ya en los años cincuenta, dos antropólogos de la Universidad de Minnesota alabaron las virtudes del modelo de alimentación típico de los países mediterráneos, lo llamaron ‘Mediterránea Way’, y por lo tanto, de su ingrediente insustituible: el aceite de oliva.
Ancel y Margaret Keys concluyeron que sus consumidores vivían más tiempo, tenían menos colesterol en la sangre y sufrían menos enfermedades cardiacas.
Tales son sus proezas y riqueza que que fue declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.
¿Por qué el aceite de oliva es un pilar de la dieta mediterránea?
En primer lugar, contiene vitamina E, que actúa como antioxidante ayudando a mantener un cuerpo sano y retrasar su envejecimiento, siendo a la vez clave para el desarrollo normal del sistema neurológico y muscular.
A esta labor antioxidante contribuyen los polifenoles del aceite de oliva que previene el envejecimiento celular. Además son ricos en vitaminas A, D y K.
Otro de sus grandes aliados en su baja concentración en grasas saturadas.
Hasta el 85% de las grasas del líquido dorado son grasas monoinsaturadas (en su mayoría ácido oleico y omega-9) que ayudan a reducir los niveles de colesterol malo o LDL o grasas poliinsaturadas (como el omega-6 y el omega-3).
Beneficios para la salud
- Cuida tu corazón: diferentes estudios señalan que el aceite de oliva podría estar relacionado con una menor incidencia de sufrir enfermedades cardíacas. Esto podría explicarse por la cantidad de polifenoles que señalábamos previamente, y que ayudarían a dilatar las arterias y reducir la presión arterial.
- Corpore sano: el oleocantal (un antioxidante) que se ha descubierto en el aceite de oliva parece ayudar a combatir la inflamación crónica de bajo nivel, así como el ácido oleico lograría un efecto parecido al reducir los niveles del marcador inflamatorio en PCR en sangre. En consecuencia, se está investigando cómo podría ayudar a tratar y prevenir enfermedades como la arteriosclerosis y la artritis reumatoide, ambas enfermedades inflamatorias. Por otra parte, su vitamina E permite que sea un cosmético natural perfecto para hidratar y dar vitalidad a nuestra piel, cabello incluso dar dureza a nuestras uñas.
- Mente sana: uno de los órganos más importantes del ser humano es su cerebro. Se ha demostrado que el aceite de oliva contiene sustancias químicas esenciales para el crecimiento y la regeneración del cerebro. Actualmente, se realizan estudios que podrían relacionar el aceite de oliva con la reducción de los síntomas de la depresión o con la mejora de la memoria y la función cognitiva en ancianos.
- Cuida tu intestino: últimamente se señala continuamente los prebióticos como una de las claves para mantener sano nuestro intestino. Los polifenoles del aceite de oliva podrían impedir, según recientes proyectos de investigación, que los patógenos propios de algunos alimentos se alberguen en nuestro sistema digestivo, estimulando el crecimiento de bacterias intestinales beneficiosas, tal como lo haría un prebiótico.
Según vimos, el aceite de oliva virgen extra es un ingrediente que se emplea con frecuencia en distintos escenarios, debido a su posibilidad natural.
Sin embargo, se recomienda que, si todavía no te has atrevido a incluirlo en tu alimentación, te lo pienses, ya que podrás beneficiarte de diversas formas.
